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sábado, septiembre 15, 2018

Off

Presionó durante unos segundos el botón trasero del móvil y tres opciones aparecieron en aquella pantalla preguntando qué quería hacer: apagar, reiniciar o activar modo avión. Se quedó pensando unos minutos, quizá varios, bastantes como para sentir indecisión y tal vez miedo. Su organismo reaccionó a su pensamiento con palpitaciones casi audibles y sudoración fría, todo sin levantar la vista de la pantalla. Al hacerlo, se vio en el reflejo de la ventana y pudo comprobar el tono amarillo cera de su rostro amedrentado. Si lo hacía se quedaba fuera, ¿fuera de qué?, de todo, de las comunicaciones, de las notificaciones, ya no vería las fotos de los demás, no sabría el estado de sus contactos. Cierto era que la mayoría de ellos eran personas con las que había coincidido una o dos veces en la vida, pero se las había ingeniado para encontrarlos por las redes y seguir paso a paso sus publicaciones, sus estados, sus actualizaciones y cambios de perfil, sintiéndose así, parte de sus vidas. Finalmente lo hizo, eligió la opción de apagar y un terrible silencio inundó la estancia. Entregó el aparato a la terapeuta tal como exigía el programa de rehabilitación y se metió las manos temblorosas en los bolsillos del pantalón.

2 comentarios:

  1. Ochentón1:01 p. m.

    Hoy me he encontrado con tu "OFF", y me ha impresionado, gustado, la fuerza de tu relato.
    En once renglones has metido una angustia y decisión fuerte y dificil. Un tipo de relato que no te había leido en otros escritos de tu blog.Sabes hacer reir y sin duda hacer llorar porque tu antes lo has experimentado. Sigue animandote a expresar esa riqueza interior que tienes tan rica en sonrisas como en lágrimas Carmen Cita Rod.

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  2. Jajajaja, me tienes sobrevalorada, sin duda. Muchas gracias ochentón, siempre le viene bien al alma. Un abrazo enorme.

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