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viernes, mayo 31, 2024

Fugitivo

Estaba justo enfrente. Había subido en Casa de Campo. A pesar de la gabardina que cubría por entero su total envergadura, enormes pezuñas y una larga trompa gris con pelos negros, asomaban por el bajo. Miré al rededor buscando a alguien que viera lo mismo que yo; los pasajeros, indiferentes, viajaban con aire cotidiano, leyendo, dormitando..., nadie confirmaba mi sospecha. Me guiñó un ojo, sonreí. No había duda, era el elefante fugado del zoo.


miércoles, mayo 15, 2024

Aquel páramo

De allí nadie volvía. Decían que era un laberinto oscuro y fangoso en el que, si tenías la desgracia de entrar, eras fagocitado pasando a formar parte de un espacio infinito plagado de lagunas mentales, cada vez más profundas, no sabías quien eras ni conocías a nadie, convirtiéndose tu existencia en una irremediable huida a ninguna parte. Primero confusión, luego negación, algunas veces ira y más tarde aceptación de la regresión a una infancia eterna, en la que se cerraba el círculo y por fin morías. Demencia, creo que se llamaba aquel páramo.

martes, mayo 07, 2024

Modus operandi

Pagaba al asesino por el trabajo realizado, avisaba a la policía, se ponía la bata de guatiné atada a la cintura, se cogía los rulos y permanecía tras los visillos hasta que atisbaba el resplandor del coche patrulla. Apresurada, salía a la puerta, haciendo señas para que supieran que era ella quien había llamado. Les contaba lo que, en su imaginación, había sucedido con todo lujo de detalles. Era así como aplacaba, la buena señora, su afán de protagonismo. Con este modus operandi, fue como gastó los ahorros y acabó con el vecindario poquito a poco.

domingo, abril 14, 2024

Este tampoco

Se llama Juan, como papá, dijo Adelaida entrando en el cuarto donde su madre cosía frenéticamente a máquina; pretendiendo que fuera un motivo para aceptar, esta vez, a su decimocuarto novio en lo que iba de mes. La madre, paró de coser, levantó la mirada abatida, por encima de sus pequeñas gafas y escrutó al individuo de arriba abajo. Tras varios minutos de sepulcral silencio, se levantó acercándose a su hija y le dijo, poniendo una mano en su hombro: _Adela, hija. Es hora de que sepas, que Juan, no era tu padre.

La Pócima

Una calavera pequeña, un rabo de lagartija, tres pelos de rata, la lengua de una rana, un ojo de serpiente, un buen chorreón de aove y sal, todo ello cocido en las lágrimas de una mujer desolada, cuándo la válvula empiece a sonar, bajar el fuego a media potencia para que reduzca, después dejar enfriar, colar y beber el brebaje resultante.
Cuando releí la receta en mi libreta, supe que excepto las lágrimas de mujer desolada y la sal, me sería muy difícil conseguir los ingredientes, sobre todo el chorreón de aove. 

El fin

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta, supongo que mucho tenía que ver la falta de campos cuajados de flores, ya no llovía. El aroma petricor se comercializó de imitación en frascos pequeños, solo accesible a los multimillonarios que se fueron a Marte. La luna, hacía décadas que no sabíamos dónde estaba, por la contaminación lumínica. Los vientos y huracanes habían hecho proliferar los refugios subterráneos, invadiendo el inframundo. Los pocos que salían a estirar las piernas, iban pertrechados de escafandra y gafas de sol, no nos mirábamos a los ojos. La verdad es que no había donde ponerse a esperar las musas.


lunes, junio 19, 2023

Noticias 2172


Este documento ha sido encontrado en una de las excavaciones arqueológicas, realizadas por Zpetra y Xtremo en la antigua ciudad de Madrid, muy cerca de una zona que al parecer era verde. Así se llamaban los lugares donde había plantas y árboles, además de algunos animales.

Según la inteligencia artificial que ha visualizado y analizado esta especie de papiro, informa que se trata de la composición sólida de los humanos que habitaban el planeta Tierra antes de la gran explosión.

Quedará expuesto en el museo de lo antiguo por si acaso alguien quiere verlo.